Se manejar maquinas que cortan montañas
y conducir unas que allanan camino
cuando estoy en casa no se conducirme
para, en paz, convivir con mi vecino.
Tengo libros que a vivir enseñan
tengo campos que me dan asaz de trigos
vivo los siglos queriendo ser libre
y medio mundo tengo lleno de mendigos.
Se como ir y volver a la luna
también puedo telefonear, andando,
se poco escuchar a quien me habla
y vivir en pareja se me hace un llanto.
Tengo catedrales que construí muy altas
cuando dentro hablo, hablo de amar,
salgo a fuera y miro hacia lo alto, al cielo,
la cercana injusticia, no quiero mirar.
Se fabricar cosas que no necesito
las compro con dinero aun no ganado
quiero dar envidia a gente que no amo
y no me doy cuenta que vivo engañado.
Tengo una pantalla, le consagro mucho tiempo
delante de otra aprieto botones,
poco tiempo tengo para el amigo
vivo a toda prisa y dando empellones.
Se rogar al cielo y maltratar la tierra,
se prolongar la vida inútilmente,
tengo mi historia forjada con guerra
tengo la ceguera de creerme omnipotente.
Tengo bellas palabras escritas en libros,
versos conservo en ellos que hablan de amar
cuando el poder ruge, odio los prohibe
y cierra la puerta de la libertad.
Se que mi juicio a cordura llama
me advierte que no sea tan sabihondo,
que no piense en el cielo y ame mas la tierra
porque, si sigo así, puedo caer muy hondo.
Pere Vergés i Villalonga / 2000
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